lunes, 28 de noviembre de 2011

Don Ramirito en su tinta


Don Ramirito en su tinta


Fraga



Consejo naCional para la Cultura y las artes Gobierno del estado de Coahuila de ZaraGoZa instituto Coahuilense de Cultura Gobierno MuniCipal de saltillo instituto MuniCipal de Cultura de saltillo
proGraMa de desarrollo Cultural MuniCipal del estado de Coahuila
Primera edición, 2011
d.r. © FranCisCo GarCía aldape, FraGa, 2011 don raMirito © y ®
donramirito@gmail.com
Diseño y edición: Ignacio Valdez
Impreso y hecho en México ISBN: xxx-xxx-xxxxx-x-x
Para el Republicano Ayuntamiento de Saltillo, la participación de sus habitantes en el ámbito de la cultura y las artes constituye un área de atención permanente, que amerita ser atendida y promovida de manera eficiente, reconociendo la amplitud de propuestas generadas por la sociedad civil y buscando ofrecer las alternativas más adecuadas para concretar el talento y las necesidades de expresión en forma de productos culturales tangibles, como son los libros.
En este sentido, la realización de obras que puedan trascender el presente y mostrar a las futuras generaciones lo que se hacía y se pensaba acerca del mundo a través de nuestras letras, representa una actividad de gran interés para la Administración que me honro en presidir.
Mi más sincero agradecimiento al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, al Gobierno del Estado de Coahuila,atravésdelInstitutoCoahuilensedeCultura,yalProgramadeDesarrolloCulturalMunicipal,yaque gracias a su apoyo podemos llevar a cabo la edición de volúmenes como el que tiene usted en sus manos.
Asimismo, doy las gracias a Francisco García Aldape, el gran caricaturista mejor conocido por todos como “Fraga”, por haber confiado a la instancia pública municipal la edición de este volumen especial en el que se lleva a cabo un recuento y una serie de entusiastas reflexiones acerca de su personaje “Don Ramirito”.
Para dar forma a este libro, en el Ayuntamiento hemos trabajado de manera profesional y entusiasta, a través del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo, con el fin de ofrecerlo al público más amplio posible, para así continuar con una labor editorial inédita en nuestro municipio, y por la cual hemos impulsado de manera incluyente y eficaz la tarea de promover y facilitar el cumplimiento del justo destino de la palabra escrita y la creatividad gráfica, que siempre buscarán elevarse y convertirse en invitaciones, diálogos y puentes de encuentro con la imaginación de los lectores.
Espero que el libro “Don Ramirito en su tinta” sea de su completo agrado al paso de cada página, amigo lector.
Lic. Jericó Abramo Masso
Presidente Municipal de Saltillo
Caso único dentro del periodismo gráfico en el sureste de Coahuila, el personaje Don Ramirito creado por Fraga ha representado desde hace más de 25 años un auténtico referente, por el cual –entre sonoras risas y reflexiones silenciosas-los habitantes de Saltillo hemos podido ver mejor un delicioso mundo posible, afablemente formulado a través de la tira cómica más entrañable y nuestra.
Gracias al talento y a la bondadde Fraga, Don Ramirito desde hace mucho nos pertenece a todos sus lectores. Y entre los miles que sumamos a lo largo de los años, 14 han aceptado compartir sus razones para celebrar la existencia de este adorable señor de bombín, modales refinados e ideas siempre sabias y ocurrentes a la vez, fruto de la intuición, la atención a los detalles y el encanto de llevar el humor siempre a la mano, para con él mirar la vida como si ésta surgiera siempre con el primer cuadro del cómic correspondiente.
Ahora cuenta usted, estimado lector, con el fruto de este proyecto, alegre recuento colectivo que ratifica, bajo la forma de un libro, algunos de los muchos gustos generados por cada episodio de la vida y las andanzas de Don Ramirito.
Es un hecho constatable: en el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo queremos tanto a Don Ramirito, que por ello quisimos lograr un ejemplar que pudiera tanto antologar algunas de las mejores entregas del personaje creado por Fraga, como también sumar los reconocimientos y agradecimientos de diversas plumas cuya afinidad y gusto devienen celebración a este simpático gentilhombre de tinta y papel.
A través del Programa de Desarrollo Cultural Municipal, auspiciado por el Gobierno del Estado de Coahuila por conducto del Instituto Coahuilense de Cultura, podemos llevar a cabo la edición de este ejemplar, que también es posible gracias a todo el apoyo a las distintas expresiones culturales, en general, y a la producción editorial, en particular, otorgado por el alcalde Jericó Abramo Masso, a quien agradezco su respaldo permanente y entusiasta.
Estoy seguro que encontrará en estas páginas múltiples motivos de gozo y buen humor inteligente y reflexivo, que habrá de ratificar en usted una vocación y un gusto, una preferencia y un agradable hábito probablemente conformado durante años: el estar atento y seguir de cerca los pasos y las vivencias de un señor simpaticón llamado Don Ramirito, ideado por un talentoso dibujante que es orgullo de todos y por todos es querido, y es mejor conocido simplemente como Fraga.
Lic. Iván Márquez Morales
Director del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo

próloGo
(50 raZones para leer a don raMirito)


1.Por su melancólico sentido del humor. 2.Porsuelegantedibujo,alavezsintético y orgánico. 3.Porque es una de las mejores tiras cómicas producidas en el interior del país. 4.Porque Fraga, su autor, es uno de los más creativos caricaturistas de México. 5.Porque probablemente sea el mejor de Coahuila. 6.Porque sin duda es el mejor de Saltillo. 7.Porque se ha publicado desde hace más de 25 años. 8.Porque es el filósofo más profundo que despacha desde la banca de un parque. 9.Por la admiración que personaje y autor profesan por la belleza femenina. 10.Porque es el único personaje del cómic mexicano actual que usa bombín. 11.Por su sensibilidad para lo poético. 12.Por sus sensacionales personajes secundarios. 13.Por su desenfadado e imperceptible uso de recursos digitales. 14.Por las maravillosas e inagotables playeras de cómics que usa su autor. 15.Porque se inserta en la gran tradición del humor gráfico en nuestro país. 16.Tradición que incluye a “Chicharrín y el sargento Pistolas” de Guerrero Edwards. 17. Y “Mamerto y sus conocencias” de Hugo Tilghman y Jesús Acosta. 18.Así como el trabajo de los norteamericanos Milt Gross con todo y su “Banana Oil”. 19.Y Charles Schulz. 20.Y Mort Walker. 21.Y el gran Bill Watterson. 22.Con el fabuloso Quino incluido, desde luego. 23.Porque a pesar de todas estas influencias Fraga ha logrado elevar una voz propia. 24.Voz que lo mismo llama a la risa que a la reflexión. 25.Porque el ingrediente fundamental del humor de Don Ramirito es la inteligencia. 26.Por sus referencias a la cultura pop. 27.Al cine. 28.Y a los cómics. 29.Por la irresistible frivolidad de Petalina. 30.Porque la tira debe su nombre a Pablo Valdés Hernández, distinguido compositor coahuilense. 31.Por su sentido del humor universal. 32.Porque no conozco a nadie que lo lea que no se enamore del viejito. 33.Porque ese dibujo que aparentemente es fácil de imitar esconde una gran complejidad en su síntesis. 34.Porquecomotoda buena comedia detrás de su comicidad se esconde un ingenio agudo de refinada malicia. 35.Porque la tipografía de los diálogos es her-mo-sa (comentario de diseñador gráfico, perdonen). 36.Porque su estampa es un homenaje permanente a Charles Chaplin. 37.Porque el ADN de su humor contiene genes de los grandes comediantes, desde Tin Tan hasta Buster Keaton, de Harold Lloyd al Chelelo. 38.Porque Fraga es un nerdazo (y se nota en sus referencias). 39.Porque podría publicarse diariamente en la prensa internacional. 40. Y ser un referente editorial de opinión. 41. Porqueprefiero decir “como decía Don Ramirito...” que citar a Baudrillard. 42. Porque aunque son pocos, aún quedan caballeros. 43.Porquesulíneaclásicaquetantoremitealosaños cuarenta le da un aire intemporal. 44. Porque (casi lo olvido) Fedro es uno de los patiños más entrañables del cómic mexicano. 45. Porque Don Ramirito es asiduo bebedor de café (y se toma su café en el Sorbito). 46. Porque Spider-Ram es uno de mis superhéroes favoritos. 47.Porque el humor es cosa seria. 48.Ycomotales un arte mayor. 49.Porque Fraga es un gran creador y 50.Porque Don Ramirito es una chingonería.

Bernardo Fernández, Bef Ciudad de México, octubre de 2011



A principios de los 90s conocí a Ruth Marisol, quien por aquellos años (y hasta la fecha) gustaba de ir por la vida llevando y trayendo mariposas. Era la flor más preciada del jardín y me inspiró para crear a la inseparable confidente de Para Ruth Marisol,
don Ramirito, su florecilla Petalina. mi esposa, mi Petalina.


Pablo Valdés Hernández, autor de los boleros “Sentencia” y “Conozco a los dos”, me bautizó en 1964. Veinte años después también habría de “bautizar” a don Ramirito. La mujer a la izquierda es mi madre, y mi padre fue quien tomó la foto. El chico del flamante triciclo es su monero servidor.

de don antóniMo a don raMirito
A partir de mi primer contacto con el cómic, supe que allí se manifestaba una realidad compacta, segura, limpia: una especie de claustro materno.
Carlos Monsiváis
Cuando florecieron los negocios de las copias fotostáticas a principios de los ochentas vi la posibilidad de compartir mis historietas con los cuates del Tec de Saltillo. En aquel entonces creé a un superhéroe: Mamerto, el gato vengador, basado en Spiderman, el arácnido trepamuros de Marvel. Por supuesto, mis historias eran malísimas y los dibujos también, no obstante, eran el solaz de mis compañeros de clase.
Mis cómics de Mamerto Mamila de Mamerson fueron a dar a manos de Carlos Herrera Pérez, director del Instituto Tecnológico de Saltillo, quien a su vez me recomendó con el director de El Sol del Norte, Adolfo Olmedo Muñoz.
El 10 de marzo de 1984 apareció mi primer cartón y un mes después, el propio Olmedo me llamó a su oficina y me dijo: “¿Por qué no dibujas una tira cómica también? Una donde el protagonista sea un personaje solitario, pero querido por todos, como don Adrián Rodríguez, el rector de la Universidad Universo”. Y así surgió “La Historietilla”, tira cómica diaria que contaba las peripecias de un filósofo vagabundo que dormía en una banca de la Alameda y que si no suspiraba melancólico por alguna Dulcinea, despotricaba contra el feroz paso del tiempo o contra los infernales vaivenes tecnológicos.
Al principio barajé varios nombres para el personaje: Edmundo A. Ventura, don Chancletón, Don Agustino... pero ninguno me convenció. Me quedé finalmente con “Don Antónimo de Zafio”, como queriendo homenajear al autor de la columna “El Correo de Hoy”, don Antonio Malacara, de quien ya era yo, a mis 19 años, un lector asiduo.


Una tarde apacible y saltillera en que saboreaba junto con mis padres y hermanos la charla de sobremesa de mi padrino Pablo Valdés Hernández, el compositor de “Conozco a los dos” y “Sentencia”, le pedí que me ayudara a encontrar un nombre para mi personaje.
Don Ramirito, fue el nombre que propuso mi padrino. Su justificación me encantó: “Don” porque era un señor antiguo que se había ganado el respeto de la gente; y “Ramirito”, en diminutivo, para denotar que era querido por todos.
Al contrario de lo que podría pensarse, no me basé en el gran Charles Chaplin para vestir a mi personaje de frac, pantalón a rayas y bombín, sino en las tiras cómicas de los treintas que yo devoraba de los grandes archivos de El Sol del Norte, entre ellas las de personajes como el genial Gumersindo, creado por el dibujante Geoffrey Foladori (Fola) en 1938. Y de otros grandes de las historietas como Milt Gross, Bud Fisher con su Mutt and Jeff (Benitín y Eneas) o de Roberto Battaglia con su Don Pascual.
En un principio, Don Ramirito fue un reflejo de mis propias desventuras: el amor no correspondido y la eterna búsqueda de la felicidad. Luego, Don Ramirito fue adquiriendo personalidad y voz propia: ya no podía yo enjaretarle mi forma de pensar, él se alzó con la suya. Mantuvo su enviadable vagabundez y yo fui irremediablemente absorbido por los ojos bonitos de la Petalina-Ruth. De manera que para dibujar las tiras tuve que concentrarme en verlo -espiarlo-desde entonces como a través del ojo del Big Brother, para seleccionar aquellas escenas dignas de publicarse.

La Historietilla comenzó a publicarse en abril de 1984 en el periódico El Sol del Norte, con Don Antónimo de Zafio como personaje principal.


Así, aunque Don Ramirito acabó de náufrago en una isla desierta o convertido, muy a su pesar, en superhéroe, zombie o vampiro, siempre estuvo a tiempo para volver a la sombra fresca de su árbol eterno y a su café humeante.
Una selección de estas tiras secuenciales, es lo que he querido presentar en este libro, en donde las parodias a películas y cómics pueden leerse desde la óptica donramiriana.
El prólogo es de Bernardo Fernández, Bef, quien, no obstante su reconocimiento internacional como monero, historietista y escritor, prefiere ostentar únicamente el de “fan de Don Ramirito”.
También acompañan este ejemplar algunos textos que mis amigos han tenido a bien hacerme llegar en diferentes épocas. De la misma manera, al final viene una galería de “donramiritos” espontáneos vistos por mis colegas.
Quedo a deber la copa de tinto a los amigos que han hecho mancuerna desinteresada (o involuntaria) cuando me han regalado una idea invaluable para estas añejas tiras.
Y como soy muy malo para escribir sin dibujos, los dejo con mis dibujos para que ellos hablen por mí.
Y no lo olviden: Afuera, hay un mundo de tiras.
Francisco García Aldape, Fraga Saltillo, Coahuila, octubre de 2011

Don Óscar Peart Pérez, mi maestro de Siderurgia en el TEC de Saltillo, era personaje recurrente de las historietillas y amigo de don Antónimo de Zafio.


A partir de julio de 1984 cambié la fisonomía de Don Ramirito, lo dibujé más narizón y con los ojos saltones. Al ser Don Ramirito un filósofo requería de un discípulo. Así surgió Fedro, en homenaje a uno de los seguidores de Sócrates.
20 21

Don Ramirito, traducido al portugués, se publica en la revista Jornal Graphiq de Río de Janeiro desde el 2007.

inspirador de poeMas

Puesto en pie con la palabra
Ramirito, los valientes
siempre rompen la frontera
con su voz entre los dientes
han quitado la sordera
de quien son terratenientes.

Las palabras y razones
de la gente jornalera,
Don Ramiro, son canciones
que no halagan la bandera
que ha implantado humillaciones.

Estas cosas que le canto
han nacido en la garganta
donde ayer fueron el llanto
de aquel hombre que levanta
lo que el rico dio quebranto.

Don Ramiro, los amigos
no perdemos la batalla
por estar entre los trigos
derribando la muralla
que nos quiere hacer mendigos.

FRAGA riega las memorias
de sus muchos personajes
y nos cuenta las historias
del amor y los paisajes
que movieron otras norias.


Historietas con latido
Es verdad, Don Ramirito,
que en mil casos se quebranta
nuestra voz y nuestro grito
pero alguno se levanta
acusando al… señorito.

Señalemos la tortura
de tiranos con millones
denunciemos a ese cura
que dio al rico las razones
y un lugar con mucha altura.

Usted sabe que la vida
tiene muchas barricadas,
que la gente enriquecida
siempre al pobre dio patadas
y quitó su amanecida.

Es locura lo que vemos
en la angustia del engaño,
don Ramiro, no enterremos
nuestro amor con ese daño
que por miedo nos hacemos.

Nuestras hambres son de amores,
dispongamos a saciarnos,
no carguemos con rencores,
hay que amar sin enterrarnos
junto a necios dictadores.


© El latir de mis amigos. Andrés de la Huerga. El Paisaje Ediciones. Aranguren, Vizcaya, España. 1989.


señal de aMor en blanCo y neGro
ruth Marisol ranGel

Los seres humanos, siendo tan complejos por naturaleza, estamos siempre en la búsqueda constante de la felicidad y en muchas de las ocasiones, se nos va la vida tratando de alcanzarla, sin darnos cuenta que la felicidad no se compra en las tiendas, ni la asegura el dinero (aunque –eso sí- calma mucho los nervios), ni los viajes, ni todas las posesiones materiales que soñamos; en efecto, y aunque suene trillado, cuando obtienes una cosa ya deseas otra mejor, y es un círculo vicioso en el que –pienso- todos, caemos alguna vez.
Programamos nuestra mente y la ponemos a trabajar para conquistar ese anhelo y los medios de comunicación “ayudan” mucho: todos los días anuncian productos nuevos. Si compras un teléfono al siguiente día ya existe uno más moderno, con más “funciones”, como dicen los conocedores. Queremos andar a la moda, estar “in”.
Este tren de vida del siglo XXI nos aleja del alimento del alma y del espíritu. La paz interior es un verdadero tesoro que no todos tenemos, sin embargo, hay señales inequívocas que nos rodean e invitan a reflexionar sobre las pequeñas cosas, siendo éstas a la larga, las mejores: El simple hecho de amanecer todos los días, es un milagro.
Yo encontré hace varios años una señal de amor en el hecho simple de leer el periódico por la mañana (para mí es un verdadero ritual). Mi corazón de pollo se sintió plenamente identificado con un personaje que emergió de un espacio tan diverso, donde habitaban recetas de cocina, crucigramas y cartas de corazones solitarios, pues sí, se asomó Don Ramirito y con él su filosofía de vida, tan simple y a la vez, tan profunda.

Don Ramirito, un caballero de edad y menudo cuerpo, viste sus mejores galas de antaño para salir en las tiras cómicas, aunque no desconoce que sale en blanco y negro, pues ha mencionado que uno de sus ideales es aparecer a todo color, sobre todo, para admirar el arcoiris y las tonalidades del atardecer.
Es un gran consejero, un excelente amigo (pregúntenle a Fedro), coquetón, poeta, amante de la naturaleza, de la buena lectura, de la música, de las películas, quisiera decir también que de la buena comida pero, es tan pobre... y a la vez tan rico, con su enorme sabiduría, su sapiencia, su corazón tan grande, noble y desinteresado. Es que... tendrías que conocerlo tan bien como yo... verlo de cerca, palpar sus estados de ánimo, abrir la página de las tiras para ver cómo te va a sorprender esta vez.
Siempre tengo presente la que considero es la mejor de sus frases: “Un día mi tristeza se convirtió en pájaro... y voló”. Yo estoy de acuerdo con Don Ramirito: La tristeza es, sin duda, un sentimiento que deberíamos mandar a volar.



don raMirito Más allá del huMor
arturo reCio dávila


Cuando conocí a Don Ramirito, conocí a Fraga, pero él (Fraga) no lo sabía. De esto harán ya unos quince años, quizá más, y él (Don Ramirito) es seguro que no lo recuerde.
Me gustaba desayunar leyendo la tira de aquel atormentado personaje que aparecía en la página 2 de la sección socio-cultural del periódico. Aunque Don Rami llorara en sus historias yo sonreía, no guiado por un placer mórbido, sino porque me sentía pasmosamente reflejado en sus historias de decepción amorosa.
El personaje ha evolucionado, y da gusto verlo sonreír. Sus anécdotas eran –son– grandes lecciones de vida a cuadros. Aún me identifico mucho con él: cuando ata su corazón a una estrella, cuando bromea con Fedro, cuando convive con su florecita, cuando se siente personaje de otra tira, cuando le faltan cuadros para expresarse, cuando parodia una frase célebre, cuando se acoraza ante la desalmada humanidad.
Las historias de este filósofo harapiento cumplen en mí ese “anhelo de evasión” del que habla Carpentier cuando se refiere a las rutinas cíclicas, igual que el axioma de Silvio Rodríguez cuando afirma que “el mundo propio es el mejor”.
El valor de Don Ramirito radica no en la aportación de una moraleja (dejemos eso a Esopo) sino en la habilidad de su autor para combinar ingenio y comicidad a la vez, en un mundo atrofiado por el doble sentido y la risa fácil.
Y, aunque sobre decirlo, el valor de Fraga como amigo es inestimable.



una extraña trinidad
Felipe rodríGueZ Maldonado


La primera vez que lo vi, don Ramirito iba en carro... o, mejor dicho, era el carro. Sí, aunque es un personaje de cómic, la creación de Fraga alguna vez fue un “vocho” blanco donde destacaba la imagen del añoso vagabundo.
Por alguna razón, que no me he puesto a analizar (o quizá a sicoanalizar), desde hace tiempo me llama la atención la posibilidad de que los personajes de fantasía salten de la tinta y el papel a este que llamamos “mundo real”.
Y en esa ocasión descubrí a un personaje de tira cómica que lo hizo convertido en el automóvil de Fraga, lo cual me causaba doble impresión porque el artista es de mi misma edad, y él ya tenía su propio auto muchos años antes de que yo pudiera comprar uno.
Si en lo escrito hasta ahora parece asomarse algo de envidia, quizá sea así, porque yo no tenía ni auto y ni la popularidad que Don Ramirito le da a su autor.
Claro que al conocer a Francisco García Aldape, uno se da cuenta de que era más que merecida la fama que desde hace dos décadas le da Don Rami, porque él y Fraga son lo mismo en una extraña -y espero que no suene a herejía- trinidad, como el trébol de tres hojas de san Patricio, digamos.

Me explico: Francisco García existe casi exclusivamente para asuntos legales: pagar facturas, firmar las actas de matrimonio y de nacimiento de sus hijos y en las declaraciones a Hacienda. Fuera de ahí es muy difícil encontrar ese nombre.
Y eso sucede porque la verdadera personalidad del “ente legal” es el creativo Fraga, monero, diseñador e ilustrador laureado, padre de Don Ramirito, Petalina, Fedro, los Cocolazos y las Ondas Fraguianas, y una personalidad más real que Paco García, porque para fines prácticos a quien todos conocen es a Fraga, nombre artístico y de combate, con el que anda por el mundo.
Pero, al fin creador, sus personajes tienen no sólo algo, sino mucho de él, y Don Ramirito es más Fraga que Fraga; alguien dijo que era su alter ego.
El ingenio, el romanticismo, la bohemia, el humor, la inteligencia, la solidaridad, la agudeza, y su postura frente a la mujer, el trabajo, la política, la poesía, la naturaleza, la amistad, la vida, pues, todas son características innegablemente “fraguianas”.
Si la imagen del vagabundo elegante y soñador de Don Ramirito recuerda –como ya lo ha destacado don Armando Fuentes Aguirre “Catón”– al personaje de Charles Chaplin, yo creo que eso no es casualidad, porque una libertad como la de este personaje de tira cómica casi solo es posible sin las ataduras sociales, pero con el bagaje cultural y la sensibilidad producto de la humanidad.
Y todo ello lo tiene Fraga, lector, melómano, cinéfilo y conversador inagotable, que sabe ser, además de artista, amigo, lo que no es poca cosa en el mundo que nos tocó vivir y que, tristemente, no es de tinta y papel (o ahora photoshop), como el universo en el que habita Don Ramirito.





no estás solo
isabel reyna ibarGüenGoitia


No, Don Ramirito, no estás solo.
Haciendo resonancia con el sentir más profundo de mi alma, me llega este mensaje a través de un blog que no entiendo y, lo peor del caso, que ni siquiera sé cómo contestar.
¡Vaya con mi amigo de sangre de tinta china!
Este mensaje reitera que a pesar de las diferencias en el ADN, en la composición bioquímica de la materia de la que estamos hechos, en el fondo, muy en el fondo, Don Rami tiene un alma igual a la mía, a la tuya y que nos hace hermanos a los seres humanos.
Quisiera poder encontrar la manera de cambiar mi sangre por tinta china, mis células grasas (que son la mayoría de mi cuerpo) por trazos de lápiz para poder estar junto a ti, adentrarme en el corazón de tu tira, y de tu alma, poder tomar tu mano y saborear el café matutino junto a ti. Compartir la noche en una banca del parque o bajo el árbol, entrar en tu vida como tú entras cada mañana en la mía.




ConoCí a don raMirito
ana laura de león

Conocí a Don Ramirito, fui su amiga y admiradora antes de verlo explicando filosofía en la prepa.
Años después conocí a Fraga, supe que era un amigo increíble el día que me regaló una tira de Don Ramirito y lloré por los que atropellan el corazón.
Han pasado varios años de amistad con Don Rami, Petalina y Fraga. Sin embargo, apenas hoy conozco su historia completita.
Y no puedo más que emocionarme al reconocer en los cuadritos de la tira, voces del Saltillo que guardo en mi memoria como la Universidad Universo y Lucía de León...
GRACIAS, DON RAMIRITO; GRACIAS, FRAGA.



ladrón de besos
rolando ChaCón


Ladrón de besos no por gusto, sino por necesidad, Don Ramirito muestra al lector en tres cuadros a blanco y negro cómo ver la vida a todo color, cómo enamorarse a primera vista o cómo discutir los más variados temas con una simpática flor.
Hambriento de la vitamina “F” (de la Felicidad), Don Ramirito es un romántico desahuciado que se convierte en el ser más optimista, o en un “teleinvidente” para mantenerse ajeno a los mass media: Aunque pretende ser una persona apolítica, es a veces sin querer un sutil y ácido crítico del sistema.
¿Para qué decir en tres cuadros lo que se puede decir en dos?, se pregunta Don Rami, mientras intenta hallarle sentido a la vida, evadir el paso de los años, y ¿por qué no? ir en pos de ese amor utópico para el que sólo tiene un gran universo interno y un corazón destartalado.




¿dónde desayuna don raMirito?
jesús arMando GonZáleZ


La otra mañana ocurrió algo extraño, un sueño, un deseo imposible.
Mientras esperaba que me sirvieran mi desayuno en una pequeña fonda escuché una conversación ajena; eran dos mujeres que se encontraban en la barra del negocio.
–Hay que acelerar ese pedido –dijo una a la cocinera.
–¿Es el de Don Ramirito?
–Sí, ya viene por él.
Al escuchar esas palabras, que sonaron como un hechizo, dejé de leer el periódico y, en un inocente reflejo, fijé la mirada en la puerta. Imaginé que, en ese momento, entre los rayos de sol que se colaban por los cristales de la puerta, entraría ese vagabundo; no de carne y hueso, sino como lo conocemos, en blanco y negro, de papel y tinta.
¿Qué desayunaría?, pensé. No lo sé, pero no me cabe duda de que antes de probar bocado tomaría una humeante taza de café.
Terminé de desayunar y nunca llegó el tan esperado personaje, pero ahora sé que existe más allá de los trazos de Fraga, los que cada mañana buscamos en las páginas del periódico.











los aMores no se van

luCiel West


Catón, Recio y Chacón,
lo tienen bien definido:
en su anhelo de evasión,
de mosquearse ha desistido.

Necesitado de robar besos, pide al menos unos versos, pintando en blanco y negro esta vida a todo color.
Bajo el árbol de inspiración, ata a estrellas su corazón, lo vemos hablar con flores de tristezas y desamores.
Los amores no se van, Don Ramirito querido: Surfeando horas pasan a quedar establecidos.



dibujador de sonrisas
lorenZo Carlos Cárdenas sosa


Quisiera tener la pasión por las letras que tiene Don Ramirito, pero no la tengo; es quizá por eso por lo que he tardado en hacer llegar este mensaje al filósofo que me dibuja una sonrisa todas las mañanas y en otras ocasiones me pone a pensar: ¿Cómo hace Fraga para no perder el estilo y caricaturizar situaciones que en ocasiones se antojan hasta complejas de explicar con palabras?
Es, tal vez, ese el éxito de un personaje que de lunes a sábado sueña con ser un súper héroe, que entra en el mundo mágico de los cuentos y que nos narra inconformidades e injusticias de la vida a través de un toque de ligero sarcasmo, pero de gran ingenio.
Eternamente agradecido.





entre el personaje y el ser huMano
rosa irene alor


Filósofo, enamorado, huidizo, soñador y Quijote… Mientras más conoce uno a Don Ramirito menos lo entiende, sólo él sabe a dónde irán a parar sus sentidos pesares o sus dolidas alegrías. DonRamiritollegóysusactitudesysuspensamientosrevelarondeinmediatoqueesunaespecieenextinción, un caballero de armadura resplandeciente… sin armadura, que ha despertado la curiosidad de los lectores.
¿Cómo es en verdad Don Ramirito, el eterno enamorado? ¿A quién admira o a quién extraña? ¿Qué piensa de la alegría y la tristeza? Estas son algunas de las preguntas que amable y muy donramirianamente nos contestó este singular personaje creado por la pluma de Fraga.
Para que el lector capte la agilidad mental de Don Ramirito, transcribimos a continuación las respuestas que dio antes de volver a sus estrellas y dragones, calmas y tormentas, adanes y evas…
Como personaje que piensa y siente, ¿cuál es su más grande debilidad?
No poder dotar a la humanidad de un quimérico espejo, de esos que reflejan el alma. Así que intento lograr algo parecido con las tiras. A veces los personajes somos más humanos que los humanos.
Don Ramirito, díganos qué historia se esconde tras esa personalidad tan ambigua…
Añoro el Edén. Con su Eva y su serpiente. Y sus manzanas.
¿Cuál ha sido el momento más importante de su vida?
Cuando era una idea flotando en el ambiente. Luego me plasmé en tinta y papel. Recuerdo aún aquellos tiempos.
¿Cuál ha sido su más grande logro?
Pasar todo el tiempo inadvertido. A nadie se lo digas, pero es el secreto de la verdadera felicidad.

Don Ramirito, ¿cuál es su filosofía de la vida?
Vivir cada cuadrito plenamente, como si fuera el último de la tira.
¿Y de la muerte?
Un día pensé que la muerte había amanecido muerta, pero no… sólo era catalepsia.
¿De la alegría y la tristeza?
Alegría y tristeza son polos opuestos que convergen cuando ves una flor, una mariposa… o un niño que sonríe. A mí me da mucha alegría estar triste… y mucha tristeza quedarme sin el periódico por las mañanas.
Usted ha dicho que un día su tristeza se convirtió en pájaro… y voló.
Sí… Y al otro día, sin embargo, regresó… con todo y nido.
¿Por qué siempre está tan solo en el plano sentimental?
Fraga es el de la obsesión, pero se agradece.
¿Cuál ha sido el amor de su vida?
Mmmmm… buena pregunta. El amor de mi vida es el amor. Estoy enamorado del amor.
¿Por qué?
No lo sé. Aún no lo conozco.
¿Piensa que el hecho de ser saltillense y de vivir en esta nostálgica ciudad ha influido en su personalidad?
No he probado lo contrario, no he probado no serlo. Y como dijo un adelantado por ahí: “No es por presumir, pero…”
¿A quién admira?
A mi flor.
¿Tiene por allí algún hijo secreto?
Si te lo digo deja de ser secreto… ¿o no?
¿Qué cambio espera en la humanidad, cómo se imagina el futuro?
El futuro lo imagino unas veces como el cántaro de la lechera; y otras, como orquídeas sin pantanos. Pero ya lo dijo Rius: Lo bueno del futuro es que nunca llega.
¿Qué dirá su epitafio?
Aquí reposa uno al que le hicieron la tira de cuadritos.
¿Qué quiere hacer antes de morir?
Hablar muy seriamente con Fraga.









revelaCiones de don raMirito
set sans

Después de días de búsqueda, al fin se pudo encontrar a una celebridad, una figura emblemática del cómic coahuilense, se batalló para encontrarlo, andaba perdido en una plaza obscura del Saltillo antiguo, Don Ramirito concede una entrevista en exclusiva para S.O.S La Revista de Bolsillo, y ante nuestra insistencia revela algunos detalles de su vida privada.
¿A qué se dedica Don Ramirito?
Estoy tratando de imponer el récord de sobrevivir con nada en la panza, pero luego alguien me invita un café y se va al cuerno mi encomienda.
¿Cuáles son sus hobbies?
Perseguir versos y escribir muchachas. No, al revés.
¿Una revelación reciente?
A veces tengo la impresión de que mi vida es una tira cómica: Esta mañana, por ejemplo, el café me supo a tinta china.
¿Desde cuándo le hacen la tira de cuadritos?
Desde abril de 1984, cuando al Fraga se le ocurrió la “genial” idea de ventilar mis correrías.
¿Desde ese entonces qué ha sido lo mejor que le ha pasado?
Conocer a Petalina, mi flor. Es difícil hoy en día encontrar a alguien que en verdad quiera escucharte.

Sabemos que usted tiene una doble identidad, ¿qué nos puede decir de Spider-Ram?
Ah, creí que te referías al rumor aquel de que por las noches me convierto en “Don RamErito”, con ‘E’.
Pues todo comenzó cuando Fedro me dio unos cómics de superhéroes. Me pasó lo que a Don Quijote: se me voló el
coco y comencé a desvariar convertido en uno de esos pervertidos que usan mallas abajo de los calzones con miras
a salvar al mundo.

¿Y cómo anda del corazón?
Recientemente estoy empujándome unas copillas de tinto, para vigilar los niveles de colesterol que...
No, yo me refería a cuestiones románticas, tiene novia, esposa...
El amor tocó a mi puerta, pero yo no estaba en casa.
¿Cómo ha sobrellevado la fama? ¿Le gusta ser popular?
¿Fama? ¿qué fama? Nadie es profeta en su tira.
¿Cuáles son sus planes a corto y a largo plazo?
Aparecer compilado en un librito como los de Mafalda. Mentira, esos son los planes de Fraga. Al corto plazo, espero escribir un libro. Al largo, sentarme en una banca y recortarme en el horizonte.






el toque FilosóFiCo
alejandro Gil Müller

Don Ramirito cuenta con el toque filosófico del que carecen muchas historietas, por eso en verdad me molesta que sólo posea un pequeño espacio en una cargada página de un periódico.
¿Pensaste en editar algún libro que compile la historieta? O quizá en presentar a Don Ramirito para alguna campaña publicitaria: “Don Rami contra toda la mierda citadina” .
Alguien me dijo una vez que un artista no funciona a petición, nunca lo comprendí y por ello mi música se volvió “muy a petición” y he podido concertar sin tanta burocracia, pero en ocasiones es importante recordar al mundo lo que se ha creado.
Las palabras, mi amigo, son más de quien las lee y escucha que de aquel que las escribe y pronuncia; por eso, gran riqueza tiene Don Ramirito al poseer esa clave reflexiva de aquellos que lo leen. Ese es el mayor tesoro de una obra.











la risa, el Mejor de los antiCuerpos
isabel reyna ibarGüenGoitia

No fue en una banca de la alameda ni debajo de un árbol donde vi a Don Ramirito por primera vez. Lo encontré al escudriñar las páginas del periódico buscando una nota amable… y lo encontré leyendo a Gabo, bebiendo su café de El Sorbito, y dialogando con una flor en su maceta.
Desde entonces empecé a seguirlo, caí irremediablemente rendida en sus brazos.
Y es que esta delgada figura, de ojos saltones y zapatos rotos es una compañía que hace amable la vida, que nos ayuda a sobrellevar los sinsabores de lo cotidiano sabiendo que alguien, aunque sea de papel y en blanco y negro, comparte nuestros sentimientos más ocultos. ¿Acaso no has sentido el impulso al levantarte una mañana de post fiesta y romper el espejo de tu cuarto “por excesiva franqueza”?
Quién como él no se ha preguntado alguna vez: ¿cómo es posible que tras tantos descalabros, los seres humanos no hayamos desarrollado anticuerpos contra el mal de amores? ¿Quién no ha sentido el impulso de salir de compras y averiguar a cuánto se cotiza hoy el kilo de abrazos o ha tenido ganas de ponerse los guantes de box para noquear a la nostalgia?
Con la sencillez de los grandes, este personaje más saltillense que Rosita Alvírez, nos da en pequeñas dosis, como las buenas medicinas, la receta para vivir una vida plena y aunque está convencido de que “nadie es profeta en su tira”, dice: VIVE TU CUADRITO AL MÁXIMO, PUES NUNCA SABES CUÁNDO VA A SER EL ÚLTIMO DE TU TIRA.
La risa es uno de los anticuerpos que todos necesitamos, ninguno de nosotros, y menos en estos tiempos de inseguridadynerviosismo,estamosexentosaserpicadosporelvirusdela“depre”.Sialgunavez hascompartido la amargura de saber que cuando el amor tocó a tu puerta, tú no estabas en casa, te recomiendo tener siempre a la mano y ante la menor provocación, las tiras de Don Ramirito y aplicarlas como eficaz antidepresivo.





 Galería








Don Ramirito en su tinta se terminó de imprimir en octubre de 2011. En su composición se utilizaron fuentes de la familia Carmina.




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